El Dr. Rafael Isa Isa y su lucha contra el cáncer
Ve la vida de otro color, la cosas en otra dimensión y al paciente con más compasión: El galeno dice que lo más importante para el paciente oncológico es mantener una actitud firme de lucha.
Globalvisor
Tras cinco años de lucha contra uno de los tipos más agresivos de cáncer y de someterse a los más complejos tratamientos, incluyendo un trasplante de médula ósea, el doctor Rafael Isa Isa, dermatólogo y director del Instituto de Dermatología y Cirugía de Piel, dice que da gracias a Dios que lo mantiene todavía montado en uno de los vagones del “tren”, aferrado a la vida.
Isa asegura que perdió la cuenta de cuantas sesiones de quimioterapia y radioterapia ha recibido y que luego de durar 45 días en cuidados intensivos y 10 en estado de coma, ha aprendido que lo más importante para el paciente de cáncer es mantener una actitud firme de lucha, no sentarse a morir y vivir cada día como si no tuviera nada.
Dice que siempre ha sido un guerrero, un gran luchador y nunca ha sentido miedo ni siquiera a morir. “Cada día me levanto y le doy gracias a Dios y me olvido de que he padecido cáncer, en algún momento sé que voy a bajar en alguna estación, pero mientras tanto sigo aferrado, estoy muy enfocado en la realidad, soy un gran creyente, pero tampoco soy egoísta pidiéndole a Dios, solo dejo que Él decida su voluntad”.
Recuerda que en junio del 2010 debutó con un cáncer linfático de tercer grado en estadio cuatro, bastante agresivo, con pocas posibilidades de sobrevivir, y que de repente, cuando creía que lo tenía todo controlado, su salud se deterioró con una complicación casi multisistémica, con poco porcentaje de sobrevivencia.
Cuenta que debutó soñando que se estaba ahogando en una piscina, y que cuando despertó eran las 3:00 de la mañana y dio gracias a Dios porque era un sueño. “Pero resulta que no, yo mismo tomé el estetoscopio y me dije: ‘¡Oh!, ahora soy asmático porque tengo sibilancia en ambos pulmones’, y era que estaban muy congestionados ya por el proceso”.
Isa agrega que durante cinco años ha recibido todos los esquemas de quimioterapia posibles que organismo pueda resistir; ha recibido esquemas de radioterapia con fotones de fotoensayos, algunas tan agresivas que requerían hospitalización de 10 días, y otras que duraban un día completo en el proceso y hasta un autotrasplante de médula ósea.
“Fue algo muy traumático, duré 45 días en cuidados intensivos, los medicamentos me provocaron una insuficiencia renal aguda bajo una crónica que vino por una toxicidad medicamentosa, y es como aprender a vivir de nuevo”, dijo.
Agregó que durante este período de cinco años desafortunadamente siempre estuvo haciendo recaídas a los seis meses o al año. “Pero aquí estoy, vivo, lo importante en el paciente de cáncer es no sentarse a morir, tiene que vivir cada día como si no tuviera nada, incorporarse a sus actividades y sobre todo a su entorno familiar”.
Recuerda que una vez un amigo le escribió: “La vida es como un tren, donde tú de repente te quedas en cualquier estación y no logras montarte más”, y que eso le enseña que las personas tienen que seguir aferradas al asiento de su tren, no importa que tengan sobre sus espaldas una enfermedad terminal, “y yo creo que es la clave para sobrevivir”.
Algo terrible
Dice que el recibir el diagnóstico de "Linfoma de Hodgkin" fue un momento terrible para él, porque mientras más conocimiento en medicina se tiene es peor, y las estadísticas por lo general no fallan, “pero creo que es la voluntad de Dios, mi actitud frente a la vida, la fortaleza que te da tu esposa, tus hijos, los amigos, la sociedad, el cariño que te reflejan, te hace querer vivir cada día”.
Asegura que durante su estado de coma llegó a un estadio diferente. “Fui un gran amigo del padre Luis King, quien junto a mi tío Tony son quizás las dos figuras que yo he seguido toda la vida, y lo único que recuerdo era que estaba acostado en una cama con sábana blanca y un cielo bastante azul estrellado, y ambos pasaban como si fueran querubines, esa imagen no se me olvida”.
Dijo que cuando volvió a su estado de conciencia, que se vio amarrado y lleno de moretones, conectado a una máquina de diálisis, sufrió un shock y se negaba hasta a ser inyectado, porque quería volver a ese estado de absoluta tranquilidad que había tenido, y tuvieron su esposa e hijos que sacudirlo para que reaccionara.
Luego se despertó una mañana como si se hubiera acostado la noche anterior, pero su esposa le dijo que tenía 10 días en ese estado. “A partir de ahí empecé todo como un niño, porque no podía caminar, mis manos no me obedecían, había que bañarme, no veía bien, podía leer lo que me preocupaba, tenía una intolerancia a alimentos increíble, fue aprender a comer”.
El doctor Isa Isa asegura que ahora ve la vida de otro color, las cosas en otra dimensión y al enfermo con más compasión.
Por primera vez en cinco años, tras recibir el diagnóstico de cáncer, Isa Isa accedió a hablar de su salud y el proceso que ha tenido que enfrentar, durante una entrevista en el programa de televisión 2 x 3, especializado en temas de salud, que conducen las periodistas Doris Pantaleón y Altagracia Ortiz.
Actualmente Isa Isa está integrado a sus labores de dirección en el Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel Dr. Huberto Bogaert Díaz, pero aún no en la consulta privada. El Dr. Isa Isa ha sido profesor de la cátedra de Dermatología de la Universidad Autonoma de Santo Domingo (UASD).
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