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miércoles, 4 de marzo de 2015

El cocodrilo

Biología: El término también incluye todos los miembros existentes de la orden Crocodilia (Cocodrilos, aligatores y caimanes (familia Alligatoridae) y los gaviales (familia Gavialidae), así como los Crocodylomorpha, (parientes y antepasados extintos de las especies  actuales).


  •  Desarrollo

Los crocodílidos (Crocodylidae) son una familia de saurópsidos (reptiles) arcosaurios comúnmente conocidos como cocodrilos. Incluye a 14 especies actuales. Se trata de grandes reptiles semiacuáticos que viven en las regiones tropicales de África, Asia, América y Australia. Aparecieron por primera vez durante el Eoceno, unos 55 millones de años.

En sentido estricto, un cocodrilo es cualquier especie que pertenece a la familia Crocodylidae (a veces clasificada como la subfamilia Crocodylinae). No obstante, el término también se puede usar de manera más flexible para incluir todos los miembros existentes de la orden Crocodilia, es decir, los verdaderos cocodrilos, los aligatores y caimanes (familia Alligatoridae) y los gaviales (familia Gavialidae), así como los Crocodylomorpha, que incluye parientes y antepasados extintos de los cocodrilo actuales.

Los cocodrilos tienden a congregarse en hábitats de agua dulce como ríos, lagos, humedales y algunas veces en agua salobre. Se alimentan principalmente de vertebrados (peces, reptiles y mamíferos), y algunas veces de invertebrados (moluscos y crustáceos), según la especie. Puede saltar hasta 8 metros.

Tamaño

Una especie, el cocodrilo marino (Crocodylus porosus) es el mayor de los cocodrilos de la actualidad (el más grande del que se tiene noticia es de 8,5 metros de longitud y 1.700 kilogramos de peso, y fue capturado en Queensland (Australia) en el año 1957). Le sigue en tamaño el cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus), con ejemplares que sobrepasan los 6 m y casi 750 kg de peso.

Ecología

Su piel es escamosa, dura y seca. Llegan a vivir unos 50 a 80 años.

Son reptiles que viven en las áreas tropicales de África, Asia, América y Australia. Son excelentes nadadores. Tienden a vivir en ríos de corriente lenta y se alimentan de una amplia variedad de animales, preferentemente vivos.

El cocodrilo marino (Crocodylus porosus) vive tanto en agua dulce como en estuarios salados y se adentra con frecuencia en el mar, lo que le ha permitido colonizar muchas islas de Australia y todas las costas desde la India hasta Australia, e incluso, en muchas ocasiones llega a cruzar el Océano Índico y llega hasta África Oriental, desde Somalia hasta Madagascar y Sudáfrica. El cocodrilo marino no es el único en adentrarse en el mar, aunque sí el que lo hace con más frecuencia. Así, el cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus) ha cruzado el mar para colonizar varias islas del Océano Índico (entre ellas Madagascar); y el cocodrilo americano (Crocodylus acutus) ha llegado a nado hasta la mayoría de las islas del Caribe, e incluso a la punta sur de Florida. Los más grandes son el marino, el del Nilo y el del Orinoco (Crocodylus intermedius).

Los cocodrilos jóvenes se alimentan de cangrejos, insectos y ranas. Los más grandes cazan peces, se alimentan de animales muertos o permanecen en espera durante horas, listos para engullir presas como mamíferos y aves acuáticas. Aferran a la presa con mandíbulas poderosas y dientes filosos, arrastrándola debajo del agua hasta ahogarla. Los cocodrilos no pueden masticar, de modo que cortan a la presa, sacudiéndola y despedazándola con sus dientes. Nuevos dientes crecen para reemplazar los que se rompen o se pierden. Su mordedura es la más poderosa de todo el Reino Animal, de unos 1.800 kilos de fuerza.

Los cocodrilos llevan vidas bastante inactivas, ya que yacen inmóviles la mayor parte del día. Por la mañana los ríos se calientan lentamente y los cocodrilos a menudo buscan el calor del sol en la orilla del río. Por la noche el agua se enfría lentamente, de modo que los cocodrilos pasan estas horas dentro del río para mantenerse en calor. Abrir ampliamente sus bocas los ayuda a calentarse por las mañanas o refrescarse al mediodía: en la boca los vasos sanguíneos están cerca de la superficie de la piel, permitiendo que el calor pase rápidamente hacia o desde la sangre al ambiente.

Crocodylus acutus de México

Los cocodrilos tienen cuerpos pesados y metabolismos generalmente lentos, aunque pueden controlar la velocidad de su digestión según la abundancia de presas y de la temperatura ambiente; así, con una temperatura óptima (40-50 ºC) pueden hacer una digestión rápida si abundan las presas o lenta si éstas escasean (estos últimos datos fueron probados científicamente hace muy poco). Están bien adaptados a la vida acuática y solo de vez en cuando salen de ella, como el gavial del Ganges (Gavialis gangeticus). Sobre la tierra, los cocodrilos se deslizan arrastrando su estómago y empujándose con los pies. Para recorrer distancias grandes, adoptan un "paso alto", levantando el cuerpo del suelo y arrastrando la cola. Los cocodrilos, además, pueden "galopar" a una velocidad máxima de 18 km/h.

Las fosas nasales de un cocodrílido y sus ojos se encuentran en la parte superior de la cabeza, lo que le permite ver y respirar mientras permanece en el agua. Puede respirar parcialmente sumergido, cerrando un pliegue de la garganta que evita que el agua penetre en los pulmones. Bajo el agua, las fosas nasales y los oídos se cierran, y en sus ojos una membrana transparente se mueve en sentido transversal actuando como un tercer párpado.

Fisiología

La fecundación es interna. Son ovíparos: ponen huevos en nidos que construyen con palos y ramas aunque éstos solo son la parte superior pues los huevos están enterrados. A veces, las tortugas aprovechan los nidos de los cocodrilos que protegen su nido e incuban sus huevos.

Poseen además un corazón formado por cuatro cavidades (dos aurículas y dos ventrículos). Son poiquilotermos y ectotermos; es decir, que su temperatura corporal varía con la ambiental.

Respiran mediante los pulmones. Son los animales de respiración pulmonar que más tiempo pueden aguantar bajo el agua; sus pulmones son tan grandes que puede llegar a estar seis horas bajo el agua si están en continuo movimiento; si se mantiene quieto, es decir, consumiendo la cantidad mínima de oxígeno, es capaz de permanecer dos días seguidos bajo el agua. El abdomen y el tórax están separados por un diafragma que usan para respirar.

Taxonomia y distribución

La familia Crocodylidae está subdividida en dos subfamilias, una de las cuales está extinta y dos o tres géneros actuales y varios más extintos:


  • Subfamilia Mekosuchinae
  • Subfamilia Crocodylinae
  • Género Euthecodon
  • Género Voay
  • Género Osteolaemus Osteolaemus tetraspis (existen una controversia actual sobre si se trata de dos especies o una; aquí se considera que se trata de una con dos subespecies: O. tetraspis tetraspis & O. t. osborni)
  • Género Rimasuchus
  • Género Crocodylus
  • Crocodylus acutus
  • Crocodylus cataphractus (estudios de ADN sugieren que esta especie podría merecer un género propio para sí, dado su carácter basal, el género Mecistops)
  • Crocodylus intermediusCrocodylus johnstoni
  • Crocodylus mindorensis
  • Crocodylus moreletii
  • Crocodylus niloticus
  • Crocodylus novaeguineae
  • Crocodylus palustris
  • Crocodylus porosus
  • Crocodylus rhombifer
  • Crocodylus siamensis
  • Crocodylus suchus





Mapa de distribución mundial de las diferentes especies de cocodrilos


Secuencian el genoma de los cocodrilos marinos



cocodrilos-respiran
Un equipo internacional de científicos ha obtenido la secuencia completa del ADN de un reptil emblemático, el cocodrilo de agua salada o cocodrilo marino (Crocodylus porosus).

Los recientes avances en la tecnología de secuenciación del ADN han permitido reducir entre mil y diez mil veces sus costes, a la vez que han producido un aumento equivalente en la velocidad a la que se puede obtener la secuencia de "letras genéticas" de un organismo completo. "Se necesitarion millones de dólares y varios años de investigación obtener la primera secuencia de un genoma humano en 2002; ahora obtenemos la secuencia completa de organismos complejos invirtiendo miles de dólares y solo unos meses de trabajo", explica Chris Moran, investigador de la Universidad de Sidney (Australia) y coautor del estudio.

Conocer el genoma del cocodrilo tendrá aplicaciones inmediatas. Por ejemplo, hasta ahora, debido a que no maduran sexualmente hasta los siete años de edad, había que esperar mucho tiempo para identificar cuáles de estos reptiles en cautividad podían ser destinados a la cría. Con los marcadores genéticos se podrá determinar desde su nacimiento.

La secuenciación del nuevo genoma, dada a conocer en la revista Genome Biology, también permitirá entender las relaciones evolutivas entre los miembros de la familia de los aligátores y los cocodrilianos, así como su relación con otros reptiles y con sus parientes vivos más próximos, las aves.

¿Por que los cocodrilos no sufre infartos?



cocodrilo-saladaLa probabilidad de que un cocodrilo u otro reptil sufra un infarto es bastante remota. Esto es debido a que la anatomía de su corazón es más primitiva que la de aves y mamíferos. Para empezar, el sistema circulatorio del cocodrilo está diseñado de modo que la sangre oxigenada se mezcle ligeramente con la pobre en oxígeno.

Aunque su corazón presenta cuatro cámaras separadas, parte de la sangre oxigenada del ventrículo izquierdo que fluye hacia la aorta derecha entra en la aorta izquierda a través del denominado foramen de Panizza. De este modo, el animal desvía sangre hacia las partes del cuerpo que más lo necesitan.

En los mamíferos, incluido el hombre, la sangre venosa y la arterial nunca se mezclan. Por otro lado, sus corazones constan de un sistema de arterias y venas que nutren el músculo cardíaco. La obstrucción de estos vasos coronarios priva de oxígeno al miocardio y provoca el infarto. Los cocodrilos carecen de estas arterias y, ante un hipotético corte de suministro de oxígeno, echan mano del mencionado foramen de Panizza.

Los cocodrilos respiran como las aves

Estudiando los pulmones de los cocodrilos, científicos estadounidenses han descubierto que el aire que respiran fluye en una dirección, igual que ocurre en los pájaros. Esta respiración podría haber ayudado a los dinosaurios y pterosaurios a dominar la Tierra después de la mayor extinción masiva sufrida por nuestro planeta hace 251 millones de años, más conocida como "La Gran Muerte".

Antes de "La Gran Muerte", los sinápsidos, animales parecidos a los mamíferos, eran los dueños y señores del planeta. Pero cuando la extinción fulminó el 70% de la vida terrestre y más del 90% de la vida marina, los arcosaurios ocuparon su lugar, y evolucionaron para dar lugar a dos grandes ramas: la de los cocodriloideos (ancestros de cocodrilos y aligátores) y la de los dinosaurios, pterosaurios y, probablemente, las aves . Y todo gracias a su sistema respiratorio.

En aquella época "los niveles de oxígeno atmosférico eran entonces del 12%, comparados con el 21% del aire que respiramos hoy", explica Colleen Farmer, bióloga de la Universidad de Utah y coautora del estudio. ?En esas condiciones, la respiración de los arcosaurios sería más eficaz que la del resto de vertebrados de aquellos tiempos; ellos podían realizar ejercicio intenso y los demás no?. 

Dos formas de respirar

En humanos y mamíferos, el aire entra por las fosas nasales y se distribuye por conductos cada vez más pequeños (tráquea, bronquios, bronquiolos,...) hasta desembocar en minúsculas bolsas de aire denominadas alvéolos, donde tiene lugar el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. En los pájaros, sin embargo, el intercambio de gases se produce en tubos llamados parabronquios y en una sola dirección, por lo que resulta más eficaz. Por eso las aves vuelan sin problemas de falta de oxígeno "a altitudes en las que los mamíferos caeríamos en coma", puntualiza Farmer.

Los trabajos de Farmer en colaboración con el radiólogo Kent Sanders demuestran que la respiración de los cocodrilos también es, como la de las aves, unidireccional. Y eso hace sospechar que la habilidad se desarrolló en los arcosaurios, antes de la separación de ambas ramas. Los detalles se publican hoy en la revista Science. 

Mitologia

El cocodrilo era un animal sagrado en una parte de Egipto. Los habitantes de Tebas y del lago Moeris le tributaban un culto particular. Cuando lograban domesticar a uno de estos animales le colgaban en las orejas piedras preciosas y otros adornos de oro y le alimentaban con manjares sagrados. Después de su muerte lo embalsamaban y depositaban en una especie de urna, que conducían al Laberinto donde sepultaban a los reyes. Llegó a tal extremo la superstición de los Ombitas que se alegraban al ver a sus hijos presa de los cocodrilos.

Por otra parte estos mismos animales eran mirados con terror en el resto de Egipto, de modo que mataban a cuantos podían. La religión aumentaba aún el odio natural a un monstruo tan carnívoro. Seth, asesino de Osiris y enemigo de todos los dioses había tomado la forma de cocodrilo. Según Plutarco este animal es el símbolo de la divinidad, porque carece de lengua, en atención a que Dios, sin hablar, imprime en silencio en nuestros corazones, las leyes de la equidad y de la sabiduría. Su jeroglífico era también el símbolo de la tiranía en el gobierno.

Los egipcios creían que los cocodrilos viejos tenían la virtud de la adivinación y que era buen agüero cuando tomaban algo de comer de la mano de alguno y al contrario cuando lo rehusaban. Si se cuentan los dientes del Cocodrilo, dice Aquiles Tacio, se halla que su número iguala a los días del año. Tal vez es por esto que los egipcios representaban la imagen del sol en un barquichuelo que conducía un Cocodrilo. En fin, los egipcios adoradores de los Cocodrilos, decían que durante los siete días consagrados al nacimiento de Apis, olvidaban su ferocidad natural, no causando daño alguno y que al octavo después de medio día, volvían a su ferocidad acostumbrada. También pretendían que los cocodrilos, por respeto a la Diosa Isis, que en otra ocasión se había servido de un barquito construido de la corteza del papiro, no causaban daño alguno a los que navegaban en el Nilo con barquichuelos de esta planta.

Relación con el hombre

Los cocodrilos pueden atacar al hombre si se acercan demasiado, el más peligroso es el cocodrilo marino (Crocodylus porosus), seguido del Nilo (Crocodylus niloticus), y pueden convertirse en antropófagos.

El hombre ha utilizado sus pieles para hacer billeteras maletas y han destruido sus hábitats.

En muchas culturas el cocodrilo ha sido motivo de adoración y respeto como los antiguos egipcios y tribus de Nueva Guinea y del sureste de Asia.

También saben divertirse

Los cocodrilos pueden empujar una pelota o deslizarse sobre el agua simplemente para divertirse, de forma no muy distinta a como haríamos los humanos. Esta es la conclusión a la que ha llegado el profesor de psicología Vladimir Dinets, de la Universidad de Tennessee, en EE. UU., tras estudiar estos animales durante una década.  


En un estudio publicado en la revista Animal Behavior and Cognition, este investigador señala que los cocodrilos practican los tres tipos principales de actividades lúdicas que reconocen los expertos en comportamiento: juegos relacionados con la locomoción, juegos sociales y juegos con objetos. Entre ellos, según parece, destaca especialmente este último. De hecho, no es infrecuente ver a estos animales juguetear con cosas que flotan en el agua, desde trozos de madera a restos de sus víctimas. Además, se ha observado tanto a caimanes como a cocodrilos arrastrarse una y otra vez sobre una misma pendiente, aprovechar corrientes para deslizarse sobre el agua en repetidas ocasiones y cargar “a caballito” a sus crías y parejas.  

Dinets destaca que, en raras ocasiones, algunos de estos reptiles han llegado a estrechar lazos con sus cuidadores humanos hasta el punto de considerarles compañeros de juegos. Asimismo espera que su estudio arroje pistas sobre la evolución de la inteligencia.

Trabajan en equipo


Según recientes estudios, los cocodrilos y sus parientes son animales de gran inteligencia capaces de adoptar conductas sofisticadas. Entre ellas, el cuidado parental avanzado de las crías, las comunicaciones complejas y el uso de herramientas para la caza. Una investigación de la New University de Knoxville (Tennessee) publicada en la revista Ethology Ecology and Evolution muestra el grado de sofisticación que alcanzan sus técnicas para cazar.

Vladimir Dinets, profesor del Departamento de Psicología de la citada Universidad estadounidense, ha descubierto que estos reptiles trabajan en equipo para conseguir sus presas. El estudio en el medio salvaje de las aptitudes depredadoras de los cocodrilos y otros parientes como aligatores y caimanes es muy complicado porque cazan mediante emboscadas, tienen metabolismos lentos y comen con menos frecuencia que los animales de sangre caliente. Por si fuera poco, son de hábitos nocturnos y su principal territorio de caza son las ciénagas y aguas pantanosas de marismas y ríos tropicales. Muchas veces son personas no especialistas quienes accidentalmente observan sus acciones predadoras, por lo que quedan en el olvido.

Para superar estas dificultades, Dinets recurrió a Facebook y otras redes sociales para pedir a los naturalistas aficionados que dieran cuenta de sus descubrimientos, y también consultó diarios de científicos desde el siglo XIX y él mismo llevó a cabo más de 3.000 horas de observaciones.

Con todo ello, llegó a la conclusión de que la coordinación y la colaboración entre los cocodrilos se daban en todos los casos registrados de asedio. En los cocodrilos y aligatores se daban estrategias altamente organizadas para acorralar a sus presas. Los cocodrilos, por ejemplo, nadan en círculo alrededor de un banco de peces y poco a poco van estrechando el círculo hasta que los peces se quedan sin espacio. Luego, por turnos, los “cocos” cortan el círculo por el centro y atrapan el pescado.

También los papeles se reparten en función del tamaño. Los aligatores más grandes persiguen a los peces en las partes más hondas de los lagos y les hacen dirigirse a las de poca profundidad, donde otros congéneres más pequeños y ágiles les bloquean la salida. Se dio algún caso de cocodrilos grandes de agua salada asustando a un cerdo para conducirlo al agua, donde le esperaban otros reptiles con los colmillos afilados.

"Todos estos datos indican que los cocodrilos deben pertenecer a un selecto club de cazadores –unas 20 especies animales, como mucho, incluyendo a los humanos–, capaces de coordinar sus acciones de forma compleja y repartirse los papeles en función de las habilidades de cada individuo. De hecho, quizá solo los humanos superen a los cocodrilos en habilidad para cazar”, afirma Dinets. 

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