GLOBALNEWS

Síguenos en Twitter Siguenos en Facebook Siguenos en Linkedin Siguenos en Blogger Siguenos en Blogger

viernes, 27 de febrero de 2015

Así sobrevive al calor el zorro del desierto

También conocido como zorro fénec (Vulpes zerda): Utilizan distintas estrategias y han desarrollado diferentes adaptaciones evolutivas para lidiar con los rigores climáticos del Sáhara. Construyen sus madrigueras bajo la arena, en ocasiones al abrigo de montículos o cerca de matorrales.

Enlace: nationalgeographic.es


  •  Desarrollo

No hay forma de que un fénec pase desapercibido; no, al menos, lejos de su entorno. Apartado de los infinitos ocres que caracterizan su hábitat, en las vastas regiones desérticas del norte de África, sus orejas de 15 centímetros le delatan.

Estos zorrillos, los más pequeños entre los cánidos, raramente superan los 40 centímetros de largo, por lo que resultan inmensas en relación a su tamaño. No obstante, es así por buenas razones. Recorridos por una miríada de vasos sanguíneos casi a flor de piel, sus pabellones auriculares les ayudan a disipar el calor.

También les permiten canalizar los sonidos con gran eficacia. De hecho, el oído de estos animales es tan agudo que pueden captar los movimientos que hacen sobre la arena los escarabajos y langostas de los que se alimentan y localizar otras presas bajo tierra. Precisamente ahí, en el subsuelo, pasan buena parte del tiempo.

Los fénecs o fenecos, Vulpes zerda, utilizan distintas estrategias y han desarrollado diferentes adaptaciones evolutivas para lidiar con los rigores climáticos del Sáhara. Por una parte, construyen sus madrigueras bajo la arena, en ocasiones al abrigo de montículos o cerca de matorrales.

Además, son de hábitos nocturnos. Su gruesa y clara pelambre no solo refleja parte de la radiación solar, sino que los protege de los acusados descensos de temperatura que se dan en el norte del Sahel. Eso sí, el pelaje es especialmente denso bajo las patas, lo que les permite corretear a pleno sol sin quemarse. 

  •  Generalidades

El fénec es el zorro más pequeño del mundo, aunque sus grandes orejas, que miden 15 centímetros, parecen haberle sido prestadas por algún primo mayor.


Los zorros fénec habitan en el desierto del Sáhara y en la práctica totalidad del Norte de África. Sus hábitos nocturnos, además de una serie de adaptaciones físicas, le ayudan a soportar el calor abrasador del desierto del Sáhara.

Zorro fénec descansandoSus características orejas, que recuerdan a las de los murciélagos, irradian el calor corporal y le ayudan a mantenerse fresco. También tienen pelo largo y espeso que les aísla del frío nocturno y les protege del sol durante el día. Incluso sus patas tienen pelo, lo que es otra ventaja, ya que puede utilizarlas a modo de raquetas de nieve y evitar quemaduras con la ardiente arena del desierto. Sus patas funcionan además eficazmente como palas que usa para cavar frecuentemente, pues los zorros fénec viven en guaridas subterráneas.

Estos zorros habitan en pequeñas comunidades, cada una de ellas formada por unos diez individuos. Al igual que otros cánidos, los machos marcan su territorio con orín y se convierten en competidores agresivos cuando llega la época de apareamiento anual.

Por lo que respecta a la alimentación, los fénec son animales oportunistas. Buscan plantas para alimentarse, pero también comen roedores, huevos, reptiles e insectos. Como la mayor parte de los habitantes del desierto, el zorro fénec ha desarrollado la capacidad de pasar largos períodos de tiempo sin beber agua.

Los fénec son de color crema, con la punta de la cola de color negro. Su aspecto adorable le ha hecho ser uno de los animales más cotizados en el mercado de mascotas, y también es perseguido por los cazadores locales, que buscan su piel. Se sabe poco sobre el estado de las poblaciones de fénec en libertad.



  •  Artículos relacionados

No hay comentarios:

Publicar un comentario